Polémica en WhatsApp: el detrás de escena de la nueva exigencia para usar la app

¿Qué dice Facebook sobre los cambios en el mensajero que modifican el tratamiento de los datos? ¿Por qué expertos en derecho digital hablan de un “consentimiento impuesto”?

WhatsApp anunció que aquellos usuarios que no acepten los cambios, no podrán usar la app luego del 8 de febrero.

“Nos esforzamos mucho para asegurarnos de que nuestra plataforma ayude a las personas a comunicarse de manera privada”, dijeron desde WhatsApp luego de anunciar cambios en la política de privacidad del mensajero. En la otra vereda arreciaron las críticas: los “enemigos” de Facebook, patrón de aquella app, lanzaron sus dardos arteros. Por su parte, expertos en derecho digital argumentan que la medida peca por ser impuesta y, en tanto, no consentida.

Un párrafo para desprevenidos. En la primera semana de 2021 los usuarios de WhatsApp encontraron en pantalla la notificación que vemos en el tuit que sigue a estas líneas. Los dueños de la plataforma (que por cierto supera los 2.000 millones de usuarios a nivel mundial) explicaron que recopilan información “para operar, proporcionar, mejorar, entender, personalizar, respaldar y promocionar” sus servicios. Las modificaciones en las condiciones de la aplicación entrarán en vigencia el 8 de febrero y quienes no las acepten no podrán seguir usando el mensajero.

“O lo tomás o lo dejás”, dice al respecto en diálogo Fernando Tomeo, abogado y consultor especializado en derecho digital, privacidad y datos digitales. “El supuesto ‘consentimiento requerido a los usuarios’ aparecería viciado ab initio ya que poco podríamos hablar de ‘consentir’ cuando se presenta únicamente la posibilidad de aceptar los nuevos términos o perder el uso de la app”, comenta y advierte que estamos frente a un “consentimiento impuesto”.

– ¿Existe algún camino para seguir usando WhatsApp sin aceptar esas nuevas condiciones?

– Evidentemente un planteo judicial no tendría sentido ni viabilidad desde el momento en que nos encontramos ante un contrato de adhesión y el planteo debería efectuarse ante los tribunales de California conforme las reglas de juego vigentes en materia de jurisdicción. No veo viable un planteo judicial: o lo tomás, o lo dejás y te vas a un sustituto como Signal o Telegram.

– Con estos cambios, ¿qué permisos tiene Facebook que antes no haya tenido?

– Las nuevas reglas de juego permiten a WhatsApp compartir con sus socios de Facebook e Instagram (Messenger incluido) información sustancial vinculada a cada usuario, lo que incluye: el número de teléfono, datos de identificación y contactos con detalle de grupos e imágenes de perfil; datos de cualquier pago o transacción realizada con la app; y datos del teléfono móvil como su modelo y marca, sistema operativo, carga de batería, proveedor de servicio de Internet, potencia de la señal, modelo de hardware y dirección IP para geolocalización.

– En ese sentido, ¿no es éste, acaso, un sinceramiento de prácticas más que el anuncio de algo nuevo?

– Estamos entregando mayor privacidad y datos personales que serán monetizados por las empresas del grupo de Mark Zuckerberg. Es más de lo mismo pero con mayor escala y control.

Colmillos afilados

Aunque la aguja de la privacidad se mueva poco en favor de los usuarios, una serie de hechos confirman que las grandes empresas tecnológicas ahora no pueden llevarse los datos (el petróleo de este siglo) sin que nadie venga a indagar sus conductas. Las redes sociales han estado bajo escrutinio en los últimos años, en especial tras una serie de escándalos relacionados a la divulgación de noticias falsas, de discursos de odio y manipulación de procesos electorales; con los principales ejecutivos de las firmas declarando ante estrados judiciales y en audiencias; gambeteando multas multimillonarias por sus prácticas; y enfrentando los desafíos que supone una audiencia que, en términos generales, ahora está más atenta a sus derechos.

En ese marco, el cambio anunciado para WhatsApp no pasó desapercibido. Tal como contamos acá, Elon Musk aprovechó la volada para criticar a Facebook, empresa con la que tuvo roces en el pasado. El dueño de compañías como Tesla y SpaceX publicó un tuit en el que recomendó pasarse a las filas de Signal, un mensajero reconocido por su foco puesto en la privacidad y la seguridad (aunque no sea 100% seguro), y en el que participa uno de los fundadores de WhatsApp, ya desprendido de su “bebé”.

Los responsables de aquel mensajero asomaron la cabeza en este escándalo. Dijeron que la base de usuarios de Signal creció sustancialmente desde que WhatsApp inyectó los repasados cambios, y prometió trabajar para soportar la repentina demanda.

Hubo más: mientras diversos reportes dieron cuenta de un supuesto éxodo de usuarios de WhatsApp, uno de los más acérrimos enemigos de la compañía californiana levantó la mano para decir lo suyo. Si Mark Zuckerberg fuese Superman, Pavel Durov, el fundador de Telegram, sería Lex Luthor. O viceversa. Como fuere, el empresario ruso publicó una entrada en la que volvió a disparar sus cañones contra Facebook (en el pasado dijo que usan WhatsApp como un “caballo de Troya” para espiarnos”) y dijo: “Millones de personas están indignadas por el último cambio en los términos de WhatsApp, que ahora dicen que los usuarios deben enviar todos sus datos privados al motor de anuncios de Facebook. No es de extrañar que se haya acelerado el vuelo de usuarios de WhatsApp a Telegram, que ya lleva unos años en marcha”.

La explicación oficial
El anuncio, además de las críticas y las dudas que generó la movida, hizo que el amo y señor de WhatsApp salga al ruedo a echar luz sobre las nuevas políticas de privacidad.

Los siguientes son algunos fragmentos del comunicado oficial que la compañía estadounidense divulgó luego del primer anuncio.

“WhatsApp quiere facilitar que las personas realicen compras y obtengan ayuda de una empresa directamente en WhatsApp. Si bien la mayoría de los usuarios utiliza WhatsApp para comunicarse con amigos y familiares, cada vez más personas se contactan también con empresas”.
“Para aumentar aún más la transparencia, actualizamos las políticas de privacidad para describir que, en el futuro, las empresas pueden optar por recibir servicios de almacenamiento seguro de nuestra empresa matriz, Facebook, para ayudar a administrar la comunicación con sus clientes en WhatsApp”.
“Aunque, por supuesto, depende del usuario si quiere o no enviar mensajes a una empresa en WhatsApp. La actualización no cambia las prácticas de intercambio de datos de WhatsApp con Facebook y no afecta la forma en que las personas se comunican en privado con amigos o familiares en cualquier parte del mundo”.
El propio CEO del mensajero, Will Cathcart, publicó en Twitter y largo hilo de mensajes para aclarar el panorama. (Más abajo la traducción de los tuits más jugosos).

. “He estado viendo un montón de discusiones esta semana sobre la actualización de la política de privacidad que estamos en proceso de hacer y quería compartir algunos pensamientos”.

. “Quiero compartir lo comprometidos que estamos para proporcionar comunicación privada a dos mil millones de personas en todo el mundo. En esencia, esa es la capacidad de enviar mensajes o llamar a sus seres queridos libremente protegidos por cifrado de extremo a extremo, y eso no va a cambiar”.
. “Con el cifrado de extremo a extremo, no podemos ver sus conversaciones o llamadas privadas, ni tampoco Facebook. Estamos comprometidos con esta tecnología y estamos comprometidos a defenderla a nivel mundial”.
. “Es importante que tengamos claro que esta actualización describe la comunicación empresarial y no cambia las prácticas de intercambio de datos de WhatsApp con Facebook. No afecta la forma en que las personas se comunican en privado con amigos o familiares en cualquier lugar del mundo”.

Las múltiples reacciones de Facebook dan cuenta de cuánta irritación generaron estos cambios, o la confusión en torno a estos cambios. Otro tuit desde la cuenta oficial de WhatsApp da cuenta de ello, subrayando que ellos no accederán a los mensajes enviados entre usuarios.

¿Consentimiento libre e informado?

“El principal problema que tienen estos nuevos términos y condiciones de uso de WhatsApp es que son una clara violación al consentimiento libre e informado para con los usuarios y consumidores de este servicio de mensajería”, nota Nicolás Luis Ribero, abogado experto en privacidad y protección de datos. El especialista señala que es fundamental que “los datos que se recojan a los efectos de su tratamiento sean ciertos, adecuados, pertinentes y no excesivos en relación al ámbito y finalidad para los que se hubieren obtenido”.

De acuerdo a Ribero, estos nuevos términos y condiciones no cumplen con lo que dice nuestra legislación de datos personales (ley 25.326). “Es válido aclarar que nadie está obligado a aceptar estos nuevos términos y condiciones de WhatsApp y migrar a otros servicios de mensajería como Signal o Telegram. Pero no podemos pasar por alto que vulneran derechos que la ley establece”, dice al subrayar que se trata de un “consentimiento forzado”.

– ¿Esto ocurre en todos los países?

– Por mencionar un caso: en Europa, en base a su RGPD (Reglamento Europeo de Datos Personales) son mucho más estrictos en lo que hace a cesión de los datos, consentimiento, principios como la privacidad desde el diseño, y la seguridad en lo que hace a la privacidad. Eso hace que estos nuevos términos y condiciones de WhatsApp no se apliquen para el viejo continente.

– ¿Hay un cambio realmente sustancial en los nuevos términos de privacidad de WhatsApp?

– Más que un sinceramiento, que sí lo es, es un cambio bastante grande respecto de los términos y condiciones anteriores. El servicio recolecta contactos, datos comerciales cuando se usa Facebook e, inclusive, la IP o dirección geográfica del usuario. Esto desde el punto de vista de la libertad informática, los usurarios debemos poder exigir que no se recolecte dato alguno que nos torne identificable, individualizable, perfilable (…) o se impida técnicamente la recolección y conservación de cualquiera de los datos que se generan de cualquier actividad que los titulares de los datos (nosotros usurarios) hacemos. Esto no ocurre porque el trackeo es permanente entonces estamos expuestos constantemente a ser “vigilados “. Ellos dirían como siempre que es en pos de mejorar sus servicios.

– Si estos cambios están reñidos con la ley local, ¿cómo logran ponerlos en práctica?

– Porque saben que nuestra legislación de alguna manera lo permite, esto es desde mi punto de vista como abogado especialista en protección de datos personales. Otros, quizá dentro de este ámbito y desde el lado empresario, te dirán que no es así y que sólo se trata de mejorar sus servicios y técnicas, pero claramente no funciona así. Nuestro anteproyecto de nueva ley de datos personales (la vigente es del año 2000 y 20 años en tecnología es un siglo) es casi una copia del RGPD, pero no es tan estricto en temas de sanciones, trackeo, perfilamiento, consentimiento, por eso es que acá si pueden hacerlo y en Europa no, para decirlo de alguna manera simple.

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