Esta semana terminarán de consensuar los cambios en el proyecto que modifica el mínimo no imponible y lo eleva a $150 mil. Se trataría en el recinto de Diputados después del 8 de marzo.
En un año electoral y con el aceleramiento del costo de vida que no cesa pese a las intervenciones del Gobierno en el mercado interno y las reuniones con empresarios, el oficialismo apura el debate de las modificaciones a la ley del Impuesto a las Ganancias para intentar quitarle presión al bolsillo de los asalariados de clase media, cuyos sueldos corren bastante atrás de la inflación, y son clave para motorizar la economía, luego de 3 años consecutivos de recesión.
En este contexto -y donde se avisora un año con crecimiento del PBI entorno a 5 puntos, siempre y cuando la pandemia no obligue a cerrar la economía nuevamente-, el Gobierno intentará mejorar la pérdida del poder adquisitivo de una parte de los trabajadores aliviándolos de pagar el tributo.
Pero para que ese respiro sea real, diputados vinculados al sindicalismo encabezados por Facundo Moyano lograron que algunas de sus propuestas sean tenidas en cuenta en el proyecto que el oficialismo ya presentó, pero que terminará de redactar esta semana, para poder ser tratado sobre tablas la próxima.
Una fuente oficial vinculada a las negociaciones confío que el aguinaldo «muy probablemente» no tribute Ganancias, a la vez que sumarán al proyecto la posibilidad de que puedan deducir del gravamen a los concubinos, algo que hoy sólo está contemplado para las parejas que pasaron por el registro civil, es decir, asimila al concubino con el cónyuge para poder deducir a la carga de familia.
Facundo Moyano también había propuesto que las horas extras como por ejemplo trabajar un franco o feriado, que los adicionales por empleo peligroso, desarraigo, nocturnidad y antigüedad, y las indemnizaciones sean eximidos del impuesto a las Ganancias. De hecho, el diputado presentó el viernes último su propio proyecto, que contempla estos ítems.
La iniciativa para modificar los alcances de Ganancias del diputado también permite deducir el importe de los intereses correspondientes a créditos hipotecarios (que hoy solo es de hasta $20.000), y establece como mecanismo de actualización el Ripte (salarios) o el IPC 8inflación), según cuál resulte más favorable al contribuyente.
Sobre estos puntos, el oficialismo en Diputados analiza incluir algunos de esos planteos, más que nada los vinculados con las horas extras.
En tanto, sobre el reclamo de la oposición para que el impuesto se ajuste cada 6 meses y no una vez al año, así como que se ajuste por inflación también está en estudio, pero con menos chances de que se avance en esa línea.
En la semana, Sergio Massa, quien presentó el proyecto de reforma del tributo para que el piso parta desde los $150.000 brutos, adelantó que varios de los reclamos de los gremios serían incluidos en el texto final, que se espera esté terminado esta semana, que arrancan las sesiones ordinarias del Congreso, luego de que el presidente Alberto Fernández inaugure el período legislativo 2021.
“Sumaremos todo lo que haga a la ley más rica y con la mayor cantidad de beneficios posibles”, aseveró Massa tras recibir en el Salón de Honor del Congreso a legisladores de origen sindical para hablar sobre la iniciativa: “Escuchamos sus propuestas y muchas van a ayudar a enriquecer sin perder de vista la sustentabilidad fiscal del proyecto”.
El oficialismo calculó que serán unos 40 mil millones de pesos que dejará de percibir el Estado por estos cambios.