Los dos decretos presidenciales con las nuevas medidas de restricción recibieron aval parlamentario en la comisión bicameral de Trámite Legislativo.
Las nuevas medidas para mitigar los efectos de la segunda ola de coronavirus, entre ellas la suspensión de clases en AMBA, recibieron hoy aval parlamentario en la comisión bicameral de Trámite Legislativo, que firmó el dictamen favorable con el apoyo del Frente de Todos y objeciones de la oposición.
El presidente de la Bicameral, el diputado del FdT Marcos Cleri confirmó el pase a la firma del dictamen, mientras que el jefe de los senadores del oficialismo, José Mayans, adelantó que tratarán de «darle tratamiento lo antes posible en el Senado» y que espera que la Cámara de Diputados también acompañe.
Las bancadas de Juntos por el Cambio, tanto de la Cámara de Diputados como del Senado, manifestaron su desacuerdo con las medidas, específicamente con la suspensión de clases en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, y plantearon cuestiones reglamentarias según las cuales no podía darse dictamen de forma virtual a estos decretos.
El diputado nacional del Frente de Todos Pablo Yedlin manifestó la voluntad del oficialismo de acompañar los decretos presidenciales que restringen la circulación y la suspensión de clases en el AMBA y afirmó que «está claramente demostrado que suspender las clases en momentos de alta circulación baja la curva epidemiológica».
Durante una videoconferencia de la Comisión Bicameral de Trámite Legislativo, el diputado de PRO, Pablo Tonelli, afirmó por su parte que «hay discriminación y trato desigual con la Ciudad» y que «no se respeta su autonomía».
Tonelli declaró que los DNU en tratamiento «son inválidos» ya que «a partir del momento en que el Congreso comenzó a funcionar durante la pandemia cesó la posibilidad de que el titular del Poder Ejecutivo utilizara la herramienta tan excepcional para adoptar restricciones severísimas a los derechos individuales».
«Restricciones que han llegado a centenares de miles de argentinos a perder el trabajo y han generado consecuencias extremadamente graves para muchos argentinos», subrayó y consideró que medidas como las adoptadas debían ser debatidas en el Congreso.
Yedlin acotó que la Ciudad está «en un valor de casos de cada 100 habitantes por fuera de los márgenes de cualquier recomendación de sostener clases presenciales» y valoró la resolución del presidente Alberto Fernández en cuanto a las restricciones impuestas al sostener que decidió «pagar el costo político de tomar una medida no popular».
«No hay ninguna duda que si bien es verdad que durante la baja circulación comunitaria las escuelas no son lugares de alto contagio, cuando la circulación comunitaria es muy alta sí lo son. El objetivo es que el sistema sanitario sostenga a los pacientes graves y no colapse», remarcó.
Para el diputado, en el caso específico de CABA, «si cae en su capacidad (de atención en el sistema sanitario) el riesgo es que la cantidad de pacientes que se mueren se eleve bruscamente».
«En cuanto al cierre escolar no hay muchas dudas en que en todos los países del mundo se aprendió cuan importante es dentro de las medidas el cierre de escuelas que por supuesto son un valor importante, nadie va a discutir si la educación es importante o no, pero si se discute si es importante cuando la circulación comunitaria está desatada», añadió.